He conocido muy de cerca la
desesperación de los manipuladores que no
pueden soportar que otros piensen, actúen y
vivan diferente a lo que ellos esgrimen como
“la verdad".
Son capaces de
cualquier tipo de artimañas para cazar inocentes, y no tienen escrúpulo alguno, con tal de doblegar a los que ellos consideran "sus rebeldes enemigos".
Ensucian el nombre Divino, abanderándose como salvadores del hombre, cuando lo que en realidad los mueve, es la pulsión por salir “vencedores” y no les importa si
para lograr este título, deben someter al otro u obligar al prójimo
a reconocer de cualquier manera que su verdad es “la verdadera y la única".
Como cualquier conquistador, la
Inquisición de antaño y la Sharia de ahora, son un claro ejemplo de
la intolerancia de las doctrinas retrógradas y autoritarias, que
sienten un gran odio por todo aquel que quiere seguir su
propio y único camino de fe.
Salta a mi vista esa
compulsión enfermiza que sienten estos misioneros, los conozco muy bien,
porque lo he padecido en mi propia vida, ese deseo suyo de perseguir
y tratar de intimidar bajo cualquier medio, a cualquier persona que amenace con ser capaz de expresar sus valores espirituales sin temor.
Parecen valientes,
pero no lo son, sus insistentes y pegajosas invasiones a sitios donde se expresa
una opinión contraria a la de ellos, sus modos verborrágicos,
argumentando y argumentando hasta el hartazgo con datos
premeditadamente mentirosos, y su robo de material ajeno, para desfigurarlo e incrustar su doctrina fraudulenta, sólo habla de su gran
debilidad y su carencia de una verdadera sabiduría.
Toda esta actitud de
violencia de palabras y de intentar violar el libre albedrío de
cualquier ser humano que elija un sendero espiritual distinto al de
ellos, solo es una muestra de cuan falta de sustento real tienen sus creencias.
Porque... la
ecuación es simple, si alguien encontró la VERDAD DIVINA, no sería
lógico pensar que su luminosa presencia, sería suficientemente
motivadora para las “almas perdidas”?
Si estos obsesivos
por controlar la fe ajena, fuesen los verdaderos dueños de la
Verdad, no sería lógico, (suponiendo que sus afirmaciones fueran ciertas), que no tuvieran ninguna necesidad de convencer a
nadie de nada?
No sería todo su accionar una invitación a seguir por ese mismo camino que ellos transitan?
Entonces por qué esa furiosa enfermedad por conseguir adeptos?
Conozco a estos especímenes, que toman videos de otras creencias (especialmente de aquellos que enseñan Torah) para desprestigiarlos con sus vomitivas ediciones...
No soportan que alguien diga: “que cada quién crea en lo que le parece”, quieren escuchar “sí, Wana, dónde hay que bajar la cabeza y dar el diezmo?”
En fin.. Tienen el tiempo contado, el cerdo conoce el momento en que será sacrificado, por eso grita, porque no ha podido transformar su propia vida en un ejemplo digno de ser imitado, y su fin, como el fin de cualquier mentira, está al llegar...
Estos misioneros,
sean de la rama que sean, llamen a su mesías como lo llamen, disfrazados o no, con nombres falsos en
hebreo o no, están yendo directamente al Gehenóm.
No, no es aquel lugar caluroso dirigido por un jefe vestido de rojo con
un tridente en la mano y una carcajada estereotipada en la garganta...
Este Gehenóm es el fuego de la vergüenza, esa vergüenza que va a consumir a cada
uno de estos taladradores de cabezas, por todas las mentiras
que han dicho y por todas las maniobras para forzar a creer a los ingenuos...
...Sí, ya sé, es una mala noticia para Uds. muchachos...
El verdadero Pueblo de Israel,
el Pueblo Judío, el Pueblo Hebreo, el Pueblo Elegido, es eterno y ha
salido de Mitzraim no una, sino infinitas veces y como enseña
nuestra Torah Kdoshá, una y otra vez, el Santo Bendito Es, el
Todopoderoso que nos salvó en aquel entonces de las manos del
opresor y lo dejó sin poder y sin futuro, hoy volverá a salvarnos de todos Uds., nuestros enemigos sanguijuelas...
Por supuesto que no solamente a nosotros, los verdaderos judíos, nos han colmado la paciencia, también han molestado suficiente a todas las personas
de las naciones del mundo que quieren revelar la Chispa Divina que habita en su interior sin que Uds. salten sobre ellos para adueñarse de toda esa energía...
Mi humilde consejo:
En lugar de tratar de apagar la luz que irradiamos los que estamos
apegados al Eterno con nuestro corazón y que vamos andando a nuestro ritmo siguiendo la Voz de Di-s que nos habita, por qué no se ocupan en
rescatar vuestra alma dentro de la oscuridad en la que están sumergidos? Porque seguramente a causa de tanto trabajo como mercenarios del mal, ella se debe sentir socavada y a punto de
morir...
Pesaj kasher
veSameaj!
Patriicia Deborah