Torah para Vivir

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19 feb 2011

Unir las partes


BS"D
Rota por varios flancos, apenas superviviente de depresión, ataques de pánico y somatizaciones varias...
Di-s me dice: Ahora ve y junta tus partes
Ir a dónde? A duras penas puedo deslizarme hacia la cama o hacia la cocina...
Di-s me responde: Ve y une tus partes, te están esperando...
Una orden de Di-s, no es algo para dejar en el cajón, aunque lo intentemos una y otra vez, así que comienzo a moverme hacia esa dirección, comienzo a caminar, como puedo, en busca de mis partes...
Escucho Su voz que me grita: Yérguete!
Y yo, humillada y dolorida no se ni cómo se empieza...
Con un susurro me explica: Comienza con un paso, un solo paso y Yo te mostraré el camino, te alzaré como un estandarte!
Cómo puede ser? Me haz visto? Te haz fijado bien en que estado me encuentro?
Él me habla serio, muy serio: No me importa tu "estado", te pensé para una tarea y debes cumplirla, deja de lloriquear!
Eh...Bueno, ya entendí...
Cuántos kilómetros de vida he recorrido desde ese entonces?
Cualquiera que haya tenido que realizar ejercicios de rehabilitación, sabe lo dolorosos y frustrantes que son los primeros instantes...
Pero con la ayuda de Di-s...
Lo primero que tuve que hacer, para comenzar a juntar mis partes, es enterarme que había partes que eran mías y partes que no.
Y para decidir qué partes eran mías y cuales eran las ajenas, tuve que juntar mucho valor.
De dónde lo saqué? De mi propia oscuridad, cuando se siente que ya no se da más, es de ahí, de donde se sacan fuerzas para salir...
Di-s colabora con Su modo tan maravilloso y particular, nos presiona y cuando estamos con el agua hasta las narices, nos alza hasta los Cielos!
Los parásitos dicen ser parte de nosotros. No. No son partes nuestras y hay que sacárselos de encima, y que coraje hay que tener para hacerlo!
Hay vínculos parásitos, amores parásitos, trabajos parásitos, tendencias de uno parásitas, etc.
Se los detecta por la compulsión que uno siente por ellos o para satisfacerlos. Por la culpa que se siente si uno no puede o no quiere corresponder a sus exigencias. También se los puede descubrir cuando en la intimidad con uno mismo, uno se anima a preguntarse con honestidad, si realmente elige ese vínculo, ese trabajo, esa carrera, esos mandatos, esas tendencias...y la respuesta llana es: No, no lo elijo para mi.
Para poder encontrarse con las partes que son de uno, primero uno tiene que vaciarse de esos intrusos que nos comen las neuronas, la salud, la intimidad, la alegría, y el placer de vivir.
Si uno está decidido a hacerlo, a sacarlos definitivamente de su entorno, necesita como prioridad número uno, aferrarse a Di-s, hablar con Él, pedirLe, rogarLe asistencia y Misericordia.
Prioridad número dos, saber que hay una primera etapa de mucha torpeza. Aprendiste a tocar el violín alguna vez? Bueno, no importa, puedes imaginártelo, tratar de sacar un sonido "amable" de ese instrumento lleva un tiempo considerable.
Tratar de comportarse "elegante" mientras uno esta en medio de la batalla contra los vampiros, es demasiado exigente para los primeros años de lucha.
Debes tener creatividad, resistencia, flexibilidad, y perseverancia. Qué tal?
Pero todo de a poco. Aaaaahhhh!
Aprender a decirle NO a los convidados de piedra, ya sean externos, (Padres, hermanos, ex-esposo/a, ex-novio/a, ex-psicólogo/a, ex-consejeros,la lista es ex-tensa) o ya sean nuestros propios diálogos interiores (nuestros prejuicios, nuestros deseos de ser "buenitos" o "normales", nuestros miedos a ser libres, nuestro temor al qué diran, nuestra paupérrima autoestima, etc.) es una tarea muy trabajosa, muy dura, que requiere mucha atención y mucha honestidad...
Finalmente, (después de un arduo trabajo), Di-s comienza a mostrar los primeros efectos de nuestra labor...
Ahora, puedo no responder a un llamado telefónico, y continuar viviendo sin culpa. No se quién instaló en las personas que, por el sólo hecho de que alguien quiere decirme algo, yo estoy "obligada" a responderle el llamado.
Lo más triste, es que mientras se responden a estas exigencias inútiles, uno se pierde de responder al esposo/a, a los hijos, o a sí mismo. Responder a los requerimientos de los demás, sin meditar sobre eso, nos vuelve esclavos y nos dispersamos sin tener idea de a Quién servimos y por qué nos envió aquí...
Y Di-s nos dice, UNE TUS PARTES.
Esta es una época crítica para el amor, para la unión verdadera.
Debemos saber a quién entregárselo.
Si intentamos ser "amorosos/amables" con todos, y quedar bien, el amor se nos diluye y cuando más lo necesitamos, "no tenemos ganas" o "no tenemos paciencia".
Al sacarnos de encima, gran número de nuestros opresores, queda libre un espacio gigante para unirnos con nuestras partes verdaderas...
Así que ahora estoy aquí, cerca de Jerusalem, en el ombligo del Mundo. Desde Tierra Santa, descubro que "mis partes" están dispersas por todo el mundo!
Mis partes, me esperan en algún lugar del planeta para unirse a mi y yo a ellas.
Aprendí, que al hablar de mi con sinceridad, de lo que he asumido, de los errores cometidos y de lo que he acertado, logro llegar al corazón de mis partes que están esparcidas en diversas realidades, en infinitos lugares.
Aprendí en este camino de "Unir mis partes", que nuestras almas, son chispas que deben ser recogidas para volver a formar esa gran Luz que fuimos en el Principio, cuando Di-s nos creó.
Y aunque no conozca sus nombres, aunque no vislumbre sus rostros, sé que nos estamos uniendo, que estamos caminando juntos hacia nuestro origen, hacia el verdadero Bien, hacia Di-s.
Gracias a todos
Con cariño
Patriicia Dvorah

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